23 septiembre 2005

"Enchúlame" la obra

Difícil sería imaginar una obra de Picasso, Dalí o Miro, intervenida por su dueño a raíz de que algo no le calzaba, no le gustaba, o tan solo ya había perdido el gusto por cierto color y se le ocurrió ponerle un "toque más de rojo". No sería muy bien visto que al alcalde de turno se le ocurriera cambiarle el color a cierta escultura o intervenirla porque "los tiempos han cambiado". Creo que todos estaremos de acuerdo en que estos ejemplos serían una locura, es más, estoy completamente seguro que nadie sería capaz de tocar alguna buena pieza de arte o una escultura pública.Me pregunto entonces, ¿Por qué nadie tiene esta conciencia cuando es la arquitectura la que se interviene?. Tan solo basta darse una vuelta por la ciudad para percatarse que la arquitectura esta llena de "intervenciones" poco gratas, y que poca relación tienen con el pensamiento que las originó. Un buen ejemplo es la intervención que se le ha realizado con el correr del tiempo al mall Parque Arauco, que ha pasado de ser, en su origen, un edificio bastante limpio, claro, y en un terreno con "aire", a convertirse en lo que podría llamarse "el Palacio de la Chimuchina”, con un gran mostrario de mal gusto, de ordinariez y del poco criterio en las intervenciones realizadas, donde lo único que importa es adosar volúmenes (aunque tal vez esa palabra le queda grande) sin orden alguno, que cumplan con los requerimientos económicos del mall. Por otra parte, nadie repara en el echo que la obra intervenida tiene un autor llamado "Arquitecto", que posiblemente pasó un buen tiempo tratando de llegar a la mejor solución para un encargo determinado, y luego de un tiempo, por razones que muchas veces son entendibles, se intervienen de cualquier manera y por cualquier persona, sin tener ninguna consideración con el autor original.